1. La antigua Roma: Un imperio de poder
El Imperio Romano Antiguo fue uno de los más extensos y poderosos del mundo antiguo, con una extensión de 6,5 millones de kilómetros cuadrados y una población estimada de entre 50 y 90 millones de habitantes en su apogeo entre los siglos I y II d.C.. Esta impresionante proeza de gobierno e ingeniería fue posible gracias a la sofisticada infraestructura romana, que incluía una compleja red de carreteras, acueductos y edificios públicos. El Imperio Romano también era famoso por su poderío militar, que le permitía conquistar y controlar vastas extensiones de tierra y de población.
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Advertisement2. Los antiguos romanos: Una civilización muy influyente
Los antiguos romanos fueron una civilización muy influyente, que dejó un legado duradero en muchos aspectos del mundo occidental. Sus aportaciones al gobierno, la política, la ingeniería, el derecho, el arte, la literatura, la arquitectura, la tecnología, la lengua, la guerra, la religión y la sociedad han sido inmensas. Desde la República Romana y su Senado hasta las proezas de ingeniería de los acueductos, pasando por la lengua latina, el Coliseo y la Pax Romana, los antiguos romanos han dejado una huella indeleble en el mundo.
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3. Los antiguos romanos tomaban helado
Los antiguos romanos eran golosos y disfrutaban de un manjar que aún hoy nos gusta: ¡el helado! Este manjar helado era uno de los favoritos de los romanos, que solían tomarlo como un capricho especial. Se elaboraba con nieve, miel y zumos de frutas, y se servía en una gran variedad de sabores. Era un postre muy popular en ocasiones especiales, e incluso se servía al mismísimo Emperador.
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4. Los antiguos romanos utilizaban la lechuga para conciliar el sueño
Al final de la comida, los antiguos romanos servían lechuga para conciliar el sueño. Creían que la lechuga tenía un efecto calmante sobre el cuerpo, lo que permitía conciliar el sueño. La lechuga era una opción popular para este fin, ya que era fácil de cultivar y estaba disponible en el Imperio Romano.
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Advertisement5. Los antiguos romanos: Una civilización muy avanzada
Los antiguos romanos eran una civilización muy avanzada para su época, y llevaron su ejército al siguiente nivel. Profesionalizaron su ejército, introduciendo un nuevo nivel de organización y disciplina, y ampliaron enormemente sus fuerzas. Esto les permitió convertirse en uno de los imperios más poderosos del mundo, y su destreza militar fue reconocida en todo el mundo antiguo.
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6. Los antiguos romanos inspiran las democracias modernas
Los antiguos romanos fueron los primeros en crear un sistema de gobierno conocido como res publica, que ha servido de inspiración a muchas repúblicas modernas, como las de Estados Unidos y Francia. Este sistema de gobierno se basaba en la idea de una democracia representativa, en la que los ciudadanos elegían representantes para que tomaran decisiones en su nombre. Este sistema de gobierno fue revolucionario para su época y ha sido adoptado por muchos países de todo el mundo, sirviendo de modelo para las democracias modernas.
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7. Antigua Roma: Maravillas de la tecnología y la arquitectura
Los antiguos romanos eran famosos por sus impresionantes proezas tecnológicas y arquitectónicas, que incluían la construcción de una extensa red de acueductos, calzadas, monumentos, palacios e instalaciones públicas. Estas estructuras se construyeron con notable precisión y habilidad, y muchas de ellas siguen en pie hoy en día como testimonio del ingenio del pueblo romano. Los acueductos, por ejemplo, se construyeron para transportar agua desde fuentes lejanas hasta las ciudades, mientras que las calzadas se diseñaron para facilitar la circulación de mercancías y personas. Los monumentos, palacios e instalaciones públicas se construyeron para honrar a los dioses y proporcionar un lugar de reunión y celebración al pueblo. Los antiguos romanos dejaron un legado perdurable de ingeniería y arquitectura que sigue inspirándonos hoy en día.
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Advertisement8. Los antiguos romanos subsistían con una dieta sencilla
Los antiguos romanos no eran conocidos por sus dietas opulentas; la mayoría de la población subsistía con una dieta sencilla a base de pan, sopa de verduras y gachas. La carne era un manjar poco frecuente, sólo al alcance de quienes vivían en zonas rurales y podían cazar o pescar para alimentarse. Para la mayoría de la población, la carne era un lujo fuera de su alcance.
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9. Los antiguos romanos degustaban diversos platos de los esclavos
Los romanos ricos se permitían el lujo de que los esclavos les preparasen la comida en la comodidad de sus hogares. Se trataba de una práctica habitual entre la clase alta, ya que tenía acceso a una gran variedad de ingredientes y a la mano de obra necesaria para prepararlos. Los esclavos se encargaban de todo el proceso culinario, desde la recolección de los ingredientes hasta la preparación y el servicio de la comida. Esto permitía a los romanos disfrutar de una gran variedad de platos, desde simples guisos hasta elaborados festines.
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10. Los antiguos romanos tenían un enfoque único para sus comidas
Los ricos romanos de la Antigüedad se alimentaban de una forma muy particular: empezaban con un desayuno ligero y un tentempié a mediodía. Luego, a última hora de la tarde, se permitían una cena abundante, que empezaba con un entrante, seguía con un plato de carne y terminaba con fruta o frutos secos. Este era el plan de comidas típico de los romanos acomodados, y distaba mucho del típico desayuno, comida y cena al que estamos acostumbrados hoy en día.