1. Praga: Una ciudad centroeuropea con una cultura vibrante
La República Checa es un país centroeuropeo cuya capital y mayor ciudad es Praga. Con más de 1,2 millones de habitantes, Praga es una ciudad vibrante y culturalmente rica, y el idioma oficial de la República Checa es el checo. Con su impresionante arquitectura, sus calles adoquinadas y sus numerosas atracciones culturales, Praga es un popular destino turístico y una visita obligada para cualquiera que visite la República Checa.
También → La cultura cervecera alemana
Advertisement2. La mitad de la población checa es atea
La República Checa es una nación predominantemente laica, con un 59% de su población que se identifica como agnóstica, atea o no creyente. Del resto de la población, el 26,8% son católicos romanos y el 2,5% protestantes. La gran mayoría de los 10,7 millones de habitantes del país son checos, lo que representa el 92% de la población total.
También → El país católico de la República Dominicana
3. República Checa: La corona checa en Europa Central
La República Checa es un país centroeuropeo que utiliza la corona como moneda oficial. La koruna se divide en 100 haleru y se simboliza con la letra Kč. La corona checa está en circulación desde 1993, cuando sustituyó a la corona checoslovaca tras la disolución de Checoslovaquia. La corona es emitida por el Banco Nacional Checo y se acepta como moneda de curso legal en la República Checa y Eslovaquia.
También → Austria: un país sin salida al mar en Europa Central
4. La elevada tasa de mortalidad por cáncer en la República Checa se debe al consumo excesivo de alcohol
La República Checa es famosa por su consumo de cerveza, siendo los checos los mayores consumidores de cerveza del mundo. Desgraciadamente, esto ha tenido un efecto perjudicial en su salud, ya que tienen la segunda tasa de mortalidad por cáncer más alta de la Unión Europea, sólo por detrás de Hungría. Esto se debe probablemente a los altos niveles de consumo de alcohol, así como a otros factores relacionados con el estilo de vida.
También → Fiyi: Un paraíso para los viajeros
Advertisement5. Explore las ciudades balneario checas: Relajación de categoría mundial
En la República Checa se encuentran algunos de los balnearios más famosos del mundo, como Karlovby Vary (Karlsbad), Frantiskovy Lazne (Franzensbad) y Teplice (Teplitz). Estas ciudades han sido famosas durante siglos por sus aguas curativas y tratamientos terapéuticos, y han atraído a visitantes de todo el mundo. Karlovby Vary es conocida por sus aguas termales, mientras que Frantiskovy Lazne lo es por sus aguas ricas en minerales y Teplitz por sus baños de barro. Cada una de estas ciudades ofrece una experiencia única, y los visitantes pueden disfrutar de una amplia gama de tratamientos, desde los tradicionales hasta las terapias más modernas.
También → República de Guinea-Bissau
6. República Checa: Capital mundial de los castillos
La República Checa es famosa por la abundancia de castillos, fortalezas y ruinas de castillos, de los que se calcula que hay unos 2.000 repartidos por todo el país. Esto le ha valido el título de "capital mundial de los castillos", y es fácil entender por qué. Desde la grandeza del Castillo de Praga hasta las ruinas del Castillo de Trosky, la República Checa es un tesoro de la arquitectura medieval. Con tantos castillos por explorar, no es de extrañar que la República Checa sea un destino popular tanto para los aficionados a la historia como para los amantes de la cultura.
También → La República Centroafricana tiene el cielo nocturno más oscuro del mundo
7. República Checa: 6 aeropuertos internacionales y prosperidad
La República Checa es una próspera nación de Europa del Este, con el segundo PIB más alto de la región después de Eslovenia. Con una población de 10,7 millones de habitantes, el país alberga la impresionante cifra de 46 aeropuertos con pistas pavimentadas, 6 de los cuales ofrecen servicios aéreos internacionales. Esto convierte a la República Checa en un destino ideal tanto para viajeros de negocios como de placer, con multitud de opciones para desplazarse por el país.
También → República del Congo - Una tierra de aventuras sin fin
Advertisement8. La República Checa presume de tener la conexión a Internet más rápida del mundo
La República Checa es líder mundial en velocidad de Internet, con una velocidad media de conexión que se sitúa entre las 10 mejores del mundo. Con una media de 16,6 Mbps, la República Checa supera con creces la media mundial de 6,3 Mbps, lo que la convierte en un destino ideal para quienes buscan una conexión a internet rápida y fiable. Además, el país ha experimentado un aumento constante de la velocidad de internet en los últimos años, con un incremento medio de más de 10 Mbps desde 2015. Esto convierte a la República Checa en una opción atractiva tanto para empresas como para particulares, ya que ofrece una conexión fiable y rápida que seguro satisfará las necesidades de cualquier usuario.
También → Macedonia: Un país en ascenso
9. República Checa: Recursos naturales variados
La República Checa alberga una gran variedad de recursos naturales, como hulla y carbón, arcilla, caolín, grafito y madera. El carbón es el recurso más abundante, con unas reservas estimadas en 8.500 millones de toneladas. La arcilla también abunda, con yacimientos de caolín, un tipo de arcilla utilizada en la producción de porcelana, en el norte del país. En la República Checa también se extrae grafito, que se utiliza en la fabricación de lubricantes, pinturas y baterías. Por último, la República Checa es rica en madera: los bosques cubren casi un tercio de la superficie del país.
También → 45 millones de cristianos en la República Democrática del Congo
10. Tesoros checos: Arte, juguetes, chales y mucho más
La República Checa es famosa por sus exquisitas obras de arte en cristal, sus intrincados juguetes de madera, sus hermosos granates, sus chales tejidos a mano, sus manteles y marionetas hechos a mano, sus huevos pintados, su delicada porcelana y sus antigüedades. Todos estos artículos se elaboran con sumo cuidado y atención al detalle, por lo que son muy codiciados por coleccionistas y entendidos.
